El inicio de una gran amistad

Espero que Tiago no monopolice a partir de ahora el blog, pero ahora mismo si lo hace con nuestras vidas, lo que implica vivir con un pañal sucio en una mano y una cámara de fotos en la otra. Esto me ha permitido retratar el inicio de una gran amistad, entre Tiago y Merlín, que es lo que quería transmitir en este blog. Pensábamos que el vástago peludo iba a aceptar peor al nuevo miembro de la familia, sobre todo al perder el protagonismo, pero desde el momento que le olfateó por primera vez, vimos que, al menos hasta que Tiago le coma la oreja, se van a llevar bastante bien:

El primer día que Tiago se zampaba una mamella en su casita, Merlín se puso en el brazo del sillón junto a él, le olisqueó y le hizo un mimo felino, frotando su cabeza con la de Tiago. Era la aceptación del nuevo cachorro en la camada.

Aún así, aún estamos un poco tensos con las posibles reacciones de Merlín. No creemos que vaya a hacerle nada, pero preferimos pasarnos de celo.