martes, enero 24, 2012

Lucho por siempre

Recientemente ha muerto un amigo de mi padre. Estaba en los 70 pero ya no es la vejez de antes, el puto cáncer. Era de esas personas con un carisma especial, que hace ser apreciado por todos los que le rodean. A mi, personalmente, me dió confianza en aquella época en la que todo son complejos. Eso junto al hecho de que era el mejor amigo de mi padre, una persona bastante hermética con respecto a sus sentimientos, le daba un valor añadido y un huequito en mi corazón.
Mi padre y él eran de los amigos de antes, los vecinos del barrio, con los que empiezas a correr, con los que te juntas para jugar con el legendario Mecano que tuvo mi padre, de los que se ayudaban a fabricar un patín con rodamientos usados del garaje del barrio, con los que te juntas para dar patadas a un balón y montas un equipo de futbol, con los que te fumas los primeros cigarros o empiezas a salir por las noches. De los amigos de los de antes, de toda la vida,...
Lo que me hubiera gustado que fuera Luis. Los valores que he aprendido de mis padres y que intento conservar. Luis habría cumplido hoy 37 años, si hubiese sido más rápido que su destino. Contando que, aunque nos conocíamos de antes, el grupo se formó en la Expo 92, este abril se cumplen 20 años. En la Expo se formó un grupo de amiguetes que fue el núcleo de los Capuletos. El resto es historia.
Feliz Cumpleaños, Luisete.