
Durante la pasada, para algunos sólo durante los dos fines de semana, hemos venido disfrutando de los Carnavales de Santa Cruz. Betty, Carmen y yo hemos vivido por tercer año consecutivo de una de las mejores fiestas de España, que todo el mundo debería disfrutar al menos una vez en la vida. Lo único imprescindible, un buen disfraz, más o menos currado, preferiblemente bien currado: Como el asesino de la sardina, que volvió a la escena del crimen el día de su entierro
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